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¿NUEVOS AIRES PARA CHILE?

A continuación reproducimos la columna de Álvaro Bellolio, Coordinador del Programa Sociedad y Política, publicada en El Mercurio:

Los resultados de la encuesta del Centro de Estudios Públicos entregados este jueves han generado discusión en el mundo político. Por una parte, está la discusión metodológica de la validez de realizar preguntas asociadas a la carrera presidencial cuando el trabajo de terreno comenzó el 13 de Julio, y recién el 10 de Agosto, 8 días antes del término de la recolección de datos, se ratifica a Evelyn Matthei como candidata de la Alianza.

Para contrapesar este factor, el trabajo de campo fue suspendido 3 días y se eliminaron las preguntas cerradas sobre candidatos. Sólo se dejaron  preguntas del tipo ¿Quién cree Ud. que será la o el próximo Presidente de Chile? y ¿Quién le gustaría a Ud. que fuera la o el próximo Presidente de Chile? Las investigaciones en el campo de las encuestas han demostrado que este tipo de interrogantes tienen bajo poder predictivo para las elecciones, especialmente en un contexto de voto voluntario, ya que no reflejan la intención de ir o no a votar el día de las elecciones.

Otros puntos a destacar, dado que la encuesta es un instrumento bastante diverso, son los análisis de prioridades del gobierno, donde los temas más mencionados son Delincuencia, Salud, Educación, Sueldos, Pobreza y Drogas, relegando en última opción a la reforma al sistema electoral binominal, considerando que en nuestro país rigen 4 sistemas distintos en la actualidad. Esto plantea ciertos cuestionamientos a aquellos que pretenden priorizar problemas que tienden a ser más de élites y en niveles más académico. Sin restarle importancia a la necesidad de discutir sobre ellos, habrá que convenir es que es prioritario enfocarse en aquello que más afecta la calidad de vida de los chilenos.

En ese sentido, es bueno hacer mención a los resultados de desempleo, que llega a una tasa de 5,7% de desocupación, la más baja desde la toma de la nueva encuesta, y alcanza su máximo histórico en participación de las mujeres en el sector laboral, datos que son corroborados por la encuesta de desempleo de la U. de Chile.

Otro punto relevante a analizar es la perspectiva sobre la pobreza. La gran mayoría considera que la educación es la principal causa en la pobreza (52%), seguido por razones asociadas a falta de iniciativa (47%); en cambio sólo un 13% cree que es tema de abusos o injusticias del sistema y un 11% que es la falta de ayuda económica del gobierno, planteando así serias dudas a la tendencia a  garantizar todos los problemas de la ciudadanía como derechos sociales, entregándole la soberanía a los tribunales en vez de las personas. Por supuesto, no hay que desmerecer el rol del Estado en la superación de la pobreza y movilidad social.

Con respecto al malestar, en la pregunta acerca de conflictos que hay en el país y que llega a su punto culmine a fines del 2011 y comienzos del 2012, cae la percepción en todos los conflictos mencionados, reduciéndose en más de 10 puntos porcentuales en prácticamente todas las categorías, las que consideran que existe conflicto entre los partidos de gobierno y oposición (cae de 42% a 33%), entre los mapuche y los no mapuche (40% a 29%), los empresarios y trabajadores (27% a 18%) e incluso entre gente rica y gente pobre (18% a 10%).

Estos resultados generan una visión de que gran parte del malestar y movimientos sociales tuvo su punto máximo y la energía de la calle ha ido institucionalizándose, cuando vemos negociaciones, avances concretos y, por otra parte, muchos dirigentes, tanto estudiantiles como regionales, que serán candidatos, llegando a un proceso de mayor estabilidad, que considerando las necesidades de los ciudadanos, encuentra canales y conductos para dirigir las peticiones, a través de la democracia representativa.

En definitiva, no es recomendable que la candidata de la nueva mayoría saque cuentas alegres de los resultados de la pregunta abierta, ya que queda mucha campaña por recorrer, respuestas y propuestas que entregar, donde muchas veces enfrentará presiones al no compatibilizar las dos almas de sus integrantes de su comando, entre las propuestas más moderadas y comprobadas de los asociados con el centro y la técnica, y las propuestas más radicales entre académicos que pretenden reformas "por las buenas o por las malas" y el partido comunista, con posiciones radicalmente opuestas dentro de la misma coalición.

El camino es complejo, queda mucho por recorrer, desafíos que enfrentar y situaciones clave para considerar, como la educación, buscando criterios de equidad y no igualdad absoluta, energía, trabajo e incluso disputas que se han generado sobre la reconstrucción, pero son al menos discutibles los "nuevos aires" que puede entregar la candidata Bachelet, ante una ciudadanía que confía en sus propias capacidades y canaliza sus demandas sociales.

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