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GRATUIDAD TOTAL UNIVERSITARIA: 5 ARGUMENTOS DE POR QUÉ ES UNA POLÍTICA INJUSTA E INEFICIENTE

  1. LA GRATUIDAD VA EN RETIRADA EN OTROS PAÍSES PORQUE NO HA FUNCIONADO

  • Se dice que esta política se utiliza en los mejores sistemas educativos del mundo. Pero existen casos que muestran que la educación superior gratuita va en retirada. Australia en 1989 desechó la gratuidad porque resultó ser una política insostenible, regresiva y porque no cambió el perfil socioeconómico ni aumentó la participación en educación superior. China, Rusia y Polonia también empezaron a cobrar durante los años 90, teniendo incluso que introducir cambios constitucionales para poder hacerlo. Los países europeos, famosos por sus estados de bienestar, están hoy en serios aprietos por sus deudas insostenibedicacion dibujoles y están comenzando a recortar gastos. Y no hay que ir tan lejos: el caso argentino, venerado por algunos en este lado de la cordillera, nos muestra cómo la gratuidad no ha tenido efecto deseado. Entre 1992 y 2011 las matrículas de la UBA aumentaron en 94.000 alumnos, de los cuales el 80% provenía de escuelas privadas, 5% del extranjero y apenas un 15% de escuelas estatales. Y si el año 1999 el 60% de los alumnos de la UBA provenía de los dos quintiles superiores de ingreso y apenas el 6% del quintil más pobre, hoy esta situación ha empeorado.

2. EDUCACIÓN SUPERIOR GRATUITA ES UN GRAN COSTO ADICIONAL PARA EL FISCO

  • Hoy en día, el gasto público de Chile en educación terciaria es de 0,8% del PIB, un poco por debajo del promedio de la OCDE, que es de 1%.
  • Según las estimaciones que hace la OCDE acerca del costo por alumno de educación superior en Chile, podemos calcular cuánto le costaría al fisco hacerse cargo de los aranceles que hoy en día deben pagar los alumnos (neto de subsidios). Esto costaría del orden de US$ 3.700 millones, equivalentes a aproximadamente un 1,4% del PIB, lo que da como resultado que, en caso de establecerse la educación superior “gratuita”, el presupuesto público total dirigido a educación superior casi se triplicaría, llegando a casi US$ 6.000 millones, equivalentes a un 2,2% de nuestro PIB, muy por encima del promedio de la OCDE (1%) y de los sistemas educativos que más destinan a este nivel (1,8%).
  • La gratuidad de la educación superior implicaría dejar de lado otras prioridades, como por ejemplo apoyar a familias en extrema pobreza, con urgencias mayores en salud, vivienda y educación preescolar y escolar.

3. LOS POBRES TERMINARÁN PAGANDO LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE TODOS

  • Quienes asisten hoy a educación superior no son quienes tienen mayor necesidad económica en nuestro país. Del grupo del 20% de menores ingresos, apenas 2 de cada 10 jóvenes asiste a educación superior. Y según la encuesta CASEN 2011, sólo un 13% de quienes no asisten argumenta motivos económicos.
  • ¿Incrementaremos el presupuesto para dar educación superior gratuita, aun cuando 8 de cada 10 jóvenes del 20% más pobre ni siquiera logran acceder a ella?
  • Con eso estaremos focalizando los recursos públicos en quienes tienen más posibilidades para solventar sus propios gastos, y que por cierto serán también los que logran un mejor ingreso en el futuro, y no en aquéllos que realmente tienen una mayor necesidad económica, contra toda lógica.
  • La educación superior gratuita no existe, ésta debe pagarse de todas formas por alguien, directa o indirectamente. No son los ricos, sino los más pobres, los “sin voz”, los que terminarían pagando esta gratuidad, al ver sus necesidades postergadas.

4. LAS AYUDAS QUE PRESTA HOY EL ESTADO SOLUCIONAN EL PROBLEMA DE FINANCIAMIENTO (DE HECHO, SOBRAN BECAS Y CRÉDITOS)

  • Este gobierno marcó un hito con el gran incremento presupuestario en el financiamiento institucional para las universidades estatales, que en tres años ha crecido más de lo que creció durante las dos décadas anteriores. Si en los casi veinte años desde 1990 a 2009, el aumento de recursos fue de poco más de  $ 100.000 millones (sólo $ 4.000 millones se adicionaron durante el gobierno pasado), la actual administración dio un aumento de más de $ 120.000 millones en apenas tres años.
  • Creció el presupuesto para becas de educación superior pero éstas no están siendo aprovechadas. Hay 96.000 personas que, teniendo preasignada una beca, no se matricularon en ninguna institución. El principal motivo fue que no habían sido aceptados en su primera opción y preferían hacer preuniversitario y rendir la prueba de selección nuevamente. Asimismo, los jóvenes que no se matricularon habiendo recibido una beca para educación superior técnica, esgrimieron las siguientes razones: un 20% embarazo o que armaron una familia, 40% que eran egresados de colegios técnicos prefirieron realizar su práctica para obtener el título, y el 30% que por motivos económicos preferían trabajar.
  • Se envió un proyecto de ley para reemplazar los Créditos con Aval del Estado (CAE) y del Fondo Solidario (FS) y fusionarlos en un único crédito estatal. Este proyecto no ha avanzado en su tramitación, motivo por el cual al gobierno le urgió tomar otras medidas para alivianar las cargas de los deudores: se aprobó una ley para permitir que los 130 mil deudores del FS pudieran reprogramar sus deudas, así como un proyecto para bajar la tasa de interés de las deudas del CAE desde un 6% a 2% real y de los antiguos créditos CORFO desde un 8% a 2% real.
  • De los deudores candidatos a la reprogramación del crédito del fondo solidario, sólo un 18% se acogió al beneficio. En CORFO adelantan que sólo 30% de los deudores ha renegociado su deuda para hacer efectiva la nueva tasa de interés, por lo que se amplió el plazo.
  • Existe una discordancia entre las consignas que se escuchan en la calle y las verdaderas necesidades.
  • El énfasis no debiera por lo tanto ponerse en este nivel educacional, sino en políticas que apunten a mejorar y dar más oportunidades en los niveles previos, de tal forma de eliminar las verdaderas barreras con que se enfrentan quienes no logran acceder a educación superior.

5. EL ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR NO ES UN PROBLEMA DE FINANCIAMIENTO

  • De los jóvenes del 20% más pobre del país, sólo un 13% no cuenta con los recursos para pagar una carrera, pero la mayoría no estudia por otras razones. El buscar un trabajo y la necesidad de ayudar en el hogar (que en conjunto comprenden al 40%) dan cuenta de una restricción que proviene de las condiciones del hogar y la familia; la maternidad y la noción de haber ya concluido los estudios (33%), muestran a su vez una situación personal que también dice relación con el contexto en el cual se desenvuelven estos jóvenes.
  • Nada de esto se soluciona con financiarles los aranceles; el problema viene de mucho antes, y la gratuidad de la educación superior no resuelve estos problemas de fondo.

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