A CONTINUACIÓN REPRODUCIMOS LA CARTA DE CECILIA CIFUENTES, INVESTIGADORA DEL PROGRAMA ECONÓMICO DE LYD, PUBLICA EN EL MERCURIO:
En esta polémica que ha surgido sobre el mercado laboral, me parece importante que queden claro los siguientes tres puntos: primero, la definición de ocupado que utiliza el INE no ha cambiado, y corresponde antes y ahora a una persona que trabajó una hora o más en forma remunerada en la semana anterior a la encuesta. Lo que cambió es la forma en que esta realidad es determinada. En la antigua encuesta esto se hacía a través de un cuestionario al encuestado, que luego el INE utilizaba para verificar si se ajustaba a la definición, y ahora se le pregunta directamente. Este cambio, como expliqué en una carta anterior, lleva a que esta nueva encuesta tenga un carácter más procíclico, ya que capta de mejor forma el empleo transitorio. Un segundo punto que al parecer no ha quedado bien claro es que los 712 mil empleos que se han creado durante este gobierno se estiman usando sólo la nueva encuesta, y no es una comparación con la antigua, es decir la pregunta es exactamente la misma al inicio y al final, y es sin duda un resultado muy notable en términos de dinamismo. Por último, si se quiere comparar el dinamismo laboral durante este gobierno y los anteriores, y evitar todo tipo de suspicacias, se puede utilizar la encuesta de la Universidad de Chile, cuya metodología no ha cambiado. En promedio en el período 2010-2011, y dejando fuera el efecto del terremoto que incide positivamente en la cifra anterior, se crearon en el Gran Santiago 103 mil nuevos empleos anuales. En los 20 años anteriores el promedio anual fue de 43 mil, es decir el dinamismo actual es de más de dos veces el del período anterior. Si consideramos que la ocupación en el Gran Santiago corresponde a un 37% del total nacional, estos 103 mil empleos equivalen a cerca de 280 mil nuevos empleos por año a nivel nacional, bastante por sobre la meta que se había establecido en el programa de gobierno. Al menos para mí la conclusión es bastante evidente. El dinamismo del mercado laboral no se debe en un grado significativo a un cambio metodológico como se ha querido plantear, es una realidad que se palpa a diario con la escasez de mano de obra en importantes sectores de actividad. No existe política laboral más efectiva para mejorar la situación de los trabajadores que el que pasen a ser un recurso escaso.
